Un poco más adelante por la orilla, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, en una barca, reparando las redes (Evangelio según San Marcos 1:19)
Dos pescadores comunes, en una vieja barca, reparando sus rotas redes. Esto sería lo que cualquiera que paseara por las orillas del mar de Galilea vería al encontrarse con Santiago (Jacobo) y Juan, los hijos de Zebedeo, dueño de un pequeño negocio de pesca que incluía a sus dos hijos y algunos obreros contratados. Pero Jesús vio algo diferente en ese par de hermanos: el Señor vio en ellos el potencial para ser dos de sus más fervientes discípulos. De reparadores de redes, pasaron a ser, junto con Pedro, el círculo más cercano de Jesús, y estuvieron presentes en los momentos más importantes de su ministerio (entre ellos, la Transfiguración y la resurrección de la hija de Jairo). Y más adelante, se convertirían en columnas de la Iglesia Primitiva.
¿Te has sentido menospreciado por las personas, a causa de tus circunstancias actuales? ¿Sabes que sólo siguiendo a Jesús puedes desarrollar tu verdadero potencial?