Los llamó de inmediato y ellos también lo siguieron, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los hombres contratados. (Evangelio según San Marcos 1:20)

Seguramente no fue fácil para el viejo Zebedeo digerir  la decisión que tomaron sus hijos, al dejar la empresa familiar y las tareas asignadas inconclusas, para seguir a Jesús. Tal vez su reacción inicial no fue tan comprensiva. Esta reacción debió  agudizarse con la decisión de su esposa de  seguir y servir a Jesús también (Mt 27:45-46). Más adelante, el Señor Jesús llamaría «El Trueno» a Zebedeo (Mc 3:17). Es posible que Jesús  lo tuviera en mente cuando dijo: «Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío.» (Mt 10:37)».

Seguir a Jesús muchas veces no es bien visto por nuestra familia, cuando ésta no es creyente. Y esto nos puede producir temor, y frecuentemente crisis familiar. El autor de estas líneas fue uno de los que se opuso fervientemente cuando su familia se convirtió al Señor. Pero el  amor de ellos terminó por ganarme para Cristo. Si tu muestras el amor de Jesús en medio de tu familia no creyente, tarde o temprano ellos mismos recibirán tu testimonio y también creerán.

¿Tienes oposición en casa por seguir a Jesús? ¿Comprendes que responder a esa oposición con humildad y amor, es la vía más segura para que ellos también crean en el Señor?